Y cada 24 horas se repite,
o no, porque nunca volverá a ser lo mismo pasar lo mismo ni ser el mismo el
día. Se repite en su justa medida, en lo que justamente se tiene que repetir
pero siempre gira en torno a lo mismo. Las manecillas giran sin cesar en el
mismo sentido todo el tiempo dando vueltas y vueltas a los 12 mismos números
que siempre marcarán. Para eso han sido diseñadas esa es su función y así
trabajarán, marcando dos veces al día lo mismo, y así pasan, pasan los días no
importa lo que suceda ellas nunca cesan. Les es indiferente todo aquello que
pase a su alrededor ( o tal vez no son conscientes), lo que ocurre mientras
ellas giran, marcan momentos inolvidables para todos, nefastos para algunos,
grandiosos para otros, no importa cuando sea a todos les tocará vivir tanto
unos como otros. La diferencia se basa en eso, el tiempo, no nos paramos a
pensar que mientras podemos gozar de esos buenos momentos alguien el cualquier
lugar del mundo vive lo contrario, egoístas, lo somos, a veces en eso se basa
la felicidad propia. Y si las agujas del reloj son felices es porque ellas
también lo son, no sería posible el vivir de esa manera conociendo todo aquello
que marcan, porque el mundo es muy cruel y existen muchas historia crueles y
eso no cambiará por lo menos hasta que la pila se agote.
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